19.9.12

"Pienso, por ejemplo, que casi todos los misterios del mundo están al alcance de mi mano, de mi sensibilidad o de mi capacidad inquisitiva; aquí, dentro de mi casa, en las veredas circundantes o en los rincones de mi jardín. Tengo mi propio pedazo de cielo y mi parcela de aire. Mi cuota de luz y de colores.
Estoy rodeado (...) de todas las formas de la vida y de la muerte, del amor y de la angustia, de la gloria y de la decadencia, de la repetición y la esperanza. Las Leyes de la Naturaleza se dan aquí, o es aquí donde se reflejan sus efectos inflexibles"










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1 comentario:

Matías dijo...

Es preciso que el objeto que tomes sea como la prolongación de tu mano.<

Vsévolod Meyerjold